Aquí estamos, en el último día del año, pero no me voy a extender mucho.
Este año, supongo que como todos, ha tenido sus cosas buenas y sus no tan buenas...
Hay gente que descubres como un tesoro, gente que se esfuma, gente que te demuestra que está siempre ahí y gente a quien inevitablemente echas de menos. Hay momentos de risas, momentos de lágrimas, momentos de reflexión, momentos de arrepentimiento, momentos de sentimentalismos, momentos ermitaños y momentos carpe diem.
Pero si hay algo especial que me ha traído este año, ha sido esa puertecita abierta hacia mis más grandes y fantasiosos sueños...
Ahora, en este año que viene, es momento de luchar por ellos.
No se a dónde me llevará toda esta locura que ha comenzado ya, pero estoy casi segura de que a muchísimos lugares maravillosos...
Gracias, 2012!
